viernes, febrero 29, 2008

mientras escribo

Así como una Madre de Plaza de Mayo amamantando la lluvia
el siglo avanza clandestino
como los besos de tus ojos
que son la única ley que obedezco

salgo a cazar con una pequeña herramienta
que es la palabra
y recibo siempre una señal indecifrable
cual camino de dios vencido por la música del alba guerrillera.

¿Será la lealtad del alma
el amigo soñado que sonrie?
Vivir la rima consonante
la plenitud de la piedra inventada
ser filósofos del fosil.

La luz se traga la semilla y escupe los frutos invisibles
al sol.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es como un viaje hacia el centro de una ciudad escandalosamente vacia y llena de voces misteriosamente alojadas en los huecos de los aullidos

anais dijo...

Hola, Dani!

Tanto tiempo que no pasaba por aquí!!!

Muy hermosas estas palabras.
Especialmente la clandestinidad de "los besos de tus ojos
que son la única ley que obedezco"

Saludos, besos y abrazos,

P.