martes, diciembre 27, 2011

Hechizo para Luis Alberto

Nos enseñaste a respirar como quien se sube a un árbol
elegantemente
buceando ahí donde parece que ni aire hay
en invierno el humus salvaje de la diosa
y en las madrugadas, el alba.
Golpeando puertas o rompiendo ventanas tu viento viene bien porque nos acuna y se manifiesta siempre gatuno nunca espectral.
Maderas de tu mente balsámica
nadie naufraga si te canta sostenido en el umbral acantilado
ese que rara vez pinta por el barrio.
Para vos mi hechizo compadrito
para la fiesta de tu lengua encontrándose a diario con el verso y con el pan
y para el hincha que volverá a sentir a su escuadra campeona en la A.
La A del celebrante oficio carpintero
La A del arquitecto músico laburante
La A del alimentador
La A providencial que aparta a las bestias del camino en el que andamos.
Por esa razones y muchas otras que no pienso enumerar
seguiremos juntos aquí, allá y en otras partes manuscritas
dejando que la vida nos fume a piacere
y teniendo la cautela de dejar las brasas encendidas
por si pasa alguien necesitando hacerse de un fueguito
y no tiene con que.