en siete minutos cociné la mejor de las pastas
lejos de la luz que afuera confundía a los mortales
comimos bajo la parra
y vaciamos el vino
dentro del límite oceánico convenido
el cielo se hace humo
y nosotros dos sin otra ropa que tus témperas de huesos
el hambre todavía
como los lobos
cava un pozo de bronce
en las ollas populares.
Vientito sopla del sur
será cuestión de acostarnos
mirando el mar.
1 comentario:
enorme poema
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