el origen de la tristeza, segùn dicen las almas,
asoma en algùn pàramo aislado
donde el fondo blanco de tu sombra me mira.
Cuando cae la noche crecen tus ojos
lo noto en el reflejo de tu uña rota.
Yo le canto a este amor que me llena de odio
y me dejo llevar por sus devastadas costas
una gota de caña
en el cafè
el fragor de esta batalla
y un combatiente
nadando en el rio.
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