La noche nunca envejece
Muestra son los silencios
De la voz que habla
Siempre la excusa es la poesía
Y a través de ella
Atravesar todo lo que incluye
Todo lo que atesora
Yo apenas quiero
Que la voz del que habla se manifieste
Sin otro amparo que el de su propia ley
O sea
Su propia propagación
Pulso a pulso
La letra griega
Rebobina la hélice
Mide no se que carajo
Se fuma un cogñac
Mientras el espectro de la luz
Atraviesa un prisma
Y hambriento de sombras
Sus ondas
Se aparean con el alba
No se, no lo puedo probar
Nadie prueba este manjar
Y sin embargo no paramos de digerirlo
Río de Janeiro
Apenas hay amor y más amor en esta quillaPena de sabor lusitano
Vatapá.
Muestra son los silencios
De la voz que habla
Siempre la excusa es la poesía
Y a través de ella
Atravesar todo lo que incluye
Todo lo que atesora
Yo apenas quiero
Que la voz del que habla se manifieste
Sin otro amparo que el de su propia ley
O sea
Su propia propagación
Pulso a pulso
La letra griega
Rebobina la hélice
Mide no se que carajo
Se fuma un cogñac
Mientras el espectro de la luz
Atraviesa un prisma
Y hambriento de sombras
Sus ondas
Se aparean con el alba
No se, no lo puedo probar
Nadie prueba este manjar
Y sin embargo no paramos de digerirlo
Río de Janeiro
Apenas hay amor y más amor en esta quillaPena de sabor lusitano
Vatapá.
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